jueves, noviembre 29, 2007

Primer aniversario del blog Cinéfilo

¿Cómo están?
Les cuento que hace poco más de una semana (el 19 de noviembre) cumplió años este espacio cinéfilo amateur.

Les cuento que pensaba hacer esta entrada ese mismo día, pero las diferentes actividades a las que me estoy dedicando en estos días me han impedido escribir y hacer una entrada apropiada para esta ocasión.

Estoy contenta de que haya pasado más de un año y de que siga vivo este espacio, a pesar de que, a veces, no puedo escribir en él con tanta regularidad como me gustaría.

El cine sigue siendo parte de mi vida, aunque a veces cueste ir y no tenga tanto tiempo para sentarme en una butaca a oscuras para apreciarlo.

Simplemente, quería acercarles este aniversario y espero que al menos por un añito más este proyecto siga existiendo... trataré de que así sea.

Por otra parte, les agradezco a uds. por leerlo y seguir siendo parte del blog. A pesar de que suene trillado, si no fuera por eso, tal vez no seguiría existiendo.

Así que ¡feliz cumpleaños! a uds. y a mí.
Saludos a todos y, por última vez, ¡muchas gracias!

viernes, noviembre 02, 2007

DOS OPCIONES: XXY-Lucía Puenzo (Argentina-2007)

Una chica que se considera rara. Desconoce qué pasa con su cuerpo. Una decisión que se tiene que tomar donde existen dos opciones. Una elección que tal vez ya está tomada. Un padre que quiere lo mejor para su hijo. Una madre que también. No entender bien cómo sucedió algo que es real, algo que hay que afrontar. Cómo afrontarlo.

Estos son algunos de los temas que plantea XXY, una película de Lucía Puenzo.

Lo que más me impresionó es el planteo del que parte la película, una premisa que no olvidamos a lo largo de cada uno de los minutos que dura:
"El sexo nos hace hombres y mujeres. O las dos cosas."

La directora trabaja muy bien el lugar donde pone la cámara. Está en el lugar preciso y se aleja y se acerca cuando lo tiene que hacer. Hay escenas que tal vez llegan a ser muy explícitas, pero la distancia de la cámara no nos impide tolerarlas.
El trabajo desde el guión para ir construyendo un personaje de unos 15 años que trata de no hablar de sí misma, que no entiende qué le pasa, por qué es como es, es admirable. Inés Efron se ubica en el papel y hace transmitir al espectador esa incertidumbre, ese no entender cómo estas cosas pasan. La directora, opta por poner la cámara en su habitación y mostrarla desnuda mirándose al espejo, tomando la distancia debida y simplemente la vemos a Alex viéndose a sí misma y una lágrima recorriendo su mejilla: esa vulnerabilidad, esa niñez y el no ser tan niña.

El largometraje hace cuestionar al espectador ciertas cosas, desde qué lugar estamos y qué somos y por qué somos mujeres y hombres. Lo lleva hacia la posición del padre que tiene un hijo y a plantearse ese educar al hijo, ese quererlo más que a nada y la impotencia del no saber qué hacer... por más que se vea al hijo de uno perfecto pero sabiendo que no es así.

Con muy buenas actuaciones, Lucía Puenzo hace una película que vale la pena ver y que no solamente plantea la existencia de la "ambigüedad genital"; si no que plantea también la posición en la que se encuentra alguien que pasa por eso y no sabe qué hacer.
Deja pensando y mucho, y el espectador nunca llega a sentirse ajeno a la realidad que plantea la ficción.

La película está basada en un cuento. El pueblo en el que se da todo lo que sucede es Piriápolis, y más de una vez es reconocible su costa, su playa y su rambla.

Actualmente, está entre las seleccionadas por Argentina para competir como mejor película extranjera en los oscars.