viernes, julio 27, 2007

Singin' in the Rain

La pasada semana esta película fue proyectada en Cinemateca Uruguaya por lo que se me ocurrió dedicarle esta nueva entrada.

La mencionada organización la cataloga con 5 estrellas, su máxima calificación.

Esta obra maestra del año 1952 dirigida por Gene Kelly y Stanley Donen muestra el impacto que provocó el cine sonoro tras su invención. Muchos creían que no iba a tener mucho éxito.
El largometraje muestra esa vieja tradición de que el cine era para las clases altas, que era un evento social al que no iba cualquiera y ellos eran los que terminaban determinando qué iba a ser de esta industria.
Y hoy todo cambió. Mucho del cine de la industria es para todo el mundo, para todas las clases o, mejor dicho, para las masas. Se espera un público masivo; si no, la película no tuvo éxito.

Dejando la reflexión a un lado, voy a proceder a contarles una de las más maravillosas escenas de esta película.
Con la innovación del sonido, se tienen que empezar a usar micrófonos que no se vean pero que sirvan para captar voces a pesar de todo movimiento de cabeza y gestos. Entonces deciden usar solaperos escondidos. Primero en el saco, no se puede: cada vez que gira la cabeza hacia atrás se pierde. Después: en un ramo de flores en su mano, tampoco se puede. Terminan por hacerle un arreglo floral en su saco en el que solo se escucha si ella habla para ese lado.
(Dato a tener en cuenta: en el cine mudo se hacía mucho movimiento de gestos y se movía mucho la cabeza para enfatizar cuando se hablaba... de ahí los problemas.)
Y así queda la película, después de los mil y un intentos: se escucha mal. A lo que se agrega un problema. Como a las estrellas del cine mudo no se les escuchaba hablar, nunca se consideraban segun su voz, pequeño detalle. La superestrella, famosa actriz del cine mudo no puede hablar, tiene una voz espantosa. Quienes asisten a la proyección no hacen más que reirse a carcajadas de una película que es un drama.
Así se muestra el estreno de la primera película sonora.

Simplemente les dejo un par de líneas de diálogos de esta gran película:

R.F. Simpson: Don, it'll be a sensation! "Lamont and Lockwood: they talk!"
Lina: [with a voice to peel paint] Well of *course* we talk. Don't everybody?


Me despido hasta la próxima.

Si no vieron esta película es una de los MUST SEE seguros.

lunes, julio 16, 2007

El Bonaerense-Pablo Trapero

Cine argentino una vez más.

Esta vez le di una oportunidad a Pablo Trapero, un director argentino del que todavía no había visto nada y que pensé que valía la pena ver. Títulos como Nacido y Criado estaban en mi mente desde hace tiempo como una cuenta pendiente que, se puede decir, está saldada.

Para empezar con este director, no vi su obra cúlmine (la antes mencionada) sino, que vi EL BONAERENSE (2002), película protagonizada por Jorge Román.

La película trata sobre un hombre de un pueblo del interior de Argentina que se va a Buenos Aires porque consigue que lo entrenen para policía y así participar en ese departamento "que ayuda al ciudadano" en la capital.

Desde un comienzo, el director va mostrando cómo un hombre va descendiendo moralmente, hasta el punto en que su vida se vuelve una total mentira.

Al mudarse a Buenos Aires para conseguir trabajo, necesita mentir para conseguirlo. Necesita fingir que es alguien que no es, para seguir adelante. Necesita ocultar parte de su pasado. Y matarlo en complicidad para ascender.

Termina "bien", termina siendo comisario en la jefatura. ¿Es eso terminar bien?

Cuando obtenemos el mayor cargo en el trabajo en el que estamos. Cuando conseguimos el reconocimiento. Cuando rendimos como quieren nuestros jefes, porque los acahueteamos, ¿es eso estar bien?
Cuando no importa más nada que la satisfacción personal y nos damos cuenta que estamos donde en realidad no queremos estar, pero es lo que siempre quisimos. ¿La historia termina bien?

Esto es lo que le pasa a nuestro protagonista. Lo consigue, ¿pero a cuestas de qué?, ¿qué es lo que sacrifica?

El director quiere llevarnos a estas preguntas, o al menos lo intenta.
Si bien muestra este descenso que mencionaba antes, no logra, a mi parecer, mostrarlo verdaderamente. La mujer con la que se ve, tiene relaciones, etc. es su profesora en el curso para policía. Empiezan su relación sexual apenas se conocen. Al director no le interesaba mostrarle al espectador más que esa necesidad primitiva de tener sexo, porque eso es lo que los une, eso es lo único que él le pide. Cuando parecen haber formado una relación más allá de eso, las cosas empiezan a deteriorarse. Él empieza a hacer cosas que a ella no le gustan. Él no la entiende.
Es entonces que el director falla, a mi parecer; es un tema que no termina de concretar. Vemos esa visión: la de ella diciéndole que no le gusta lo que él hace, que se está volviendo como los otros, como su jefe. Él le dice que no es así... Termina siendo así... pero recién al final lo vemos. Ellos terminan la relación mal y sin hablarse tras una noche de sexo desenfrenado, poco más que animal porque así elige mostrarlo quien hace la puesta en escena.

¿Y no se convierte un poquito en animal, en primate? Porque pareciera un hombre en estado de involución. Un hombre todo encorvado comiendo en el piso, encima de un colchón en una habitación donde solo hay eso. Qué más cerca de un hombre de las cavernas.

¿La ciudad vuelve así al hombre? ¿Buenos Aires o cualquier ciudad? ¿Se supone que en un pueblo del interior se puede no ser así? Pero... en el interior fue donde lo metieron preso por ser tan ingenuo que no sabía que estaba siendo cómplice de un robo.
Pero es ese pasado, ingenuo tal vez, el que volvió. La deuda fue peor. No fueron unos días en la cárcel. Fue una muerte.

Todo me hace cuestionarme si el director quiso hacer de su protagonista una víctima o un victimario. Es víctima de lo que le pasa, llega a ser comisario porque no tuvo otra, porque era la forma de ascender en un sistema como es la policía corrupta argentina. O tal vez, fue victimario. Dejó que las cosas fueran así y no hizo nada al respecto. Dejó que ese sistema lo llevara hacia donde quería, sin hacer más que colaborar y siguió con la mentira hasta que consiguió "lo que quería".

Y termina caminando con su bolso, con una pierna rota, solo. Volviendo a la capital en medio de un campo desolado, mientras se escucha un viejo tema campero a la voz de AURA.

Nada más.-


(El mismo pedido de siempre, si alguien la vio, comenten)

domingo, julio 01, 2007

The Producers

¿Por dónde empezar?
La idea es hacer la peor obra de la historia de Broadway. Con el peor director, el peor libreto y los peores actores. Todo para ganar plata; porque los productores llegaron a la conclusión que, de esta forma, tienen mayor probabilidades de hacerse ricos.
¿Qué pasa?
Obviamente, no sale como lo pensaron. La obra es un éxito.
¿Esto llama la atención?
No.

La película es un musical tal como el que se plantea poner en escena en su trama. De alguna forma, la directora (Susan Stroman) logra humillar a los protagonistas y cada uno de los actores intentando que el público se haga cómplice de tal suceso. Tal vez es lo mismo que pretenden Los Productores en ese mundo de ficción. A mí no me convenció. Simplemente planteando chistes tontos que intentan (forzadamente) ser graciosos, que intentan provocar algo en el espectador que no es patetismo, pero que termina siendo eso.
Para todo esto no pudo elegir mejor elenco (o peor, depende de cómo se lo vea) que Nathan Lane, Matthew Broderick y Will Ferrel.
En el medio, la crítica al mundo de la farándula neoyorkina, la exposición de gays por doquier en una escena entre violetas, pelucas y rostros extraños (hubo una búsqueda para que así fuera).
La continua burla y lo que pretende ser comedia transformada en humillación porque no llega a ser divertido.
Me pareció ver una vez más a un Lane en el mismo papel de siempre, nada nuevo. Si algo hubo de sorprenderme, fue el papel de Broderick. No lo había visto trabajar tan bien (siempre con el recuerdo de un Sam de corazón roto-Addicted To Love-).
Supongo que también ha de rescatarse el arte de este largometraje. Una paleta de colores fría (azules, violetas y celestes) en contraste con un todo blanco de una oficina. Excepto un cambio de tonos en la escena de la prisión, obligada por las circunstancias y bien trabajada.
Los efectos de pos producción son algo evidente y, capaz, hasta en exceso, demasiados. Si consideramos el tipo de película que estaba viendo, un musical con todo lo que mencioné, tal vez no molestan tanto las marquesinas, los bailes y las escenas de las bailarinas vestidas como para una función en medio de una oficina de contadores mecanizados y hasta estupidizados por un trabajo en el que no se piensa, sólo se tipea (no hay mejor recuerdo que Tiempos Modernos-Chaplin-).

En fin. No fue pérdida de tiempo porque iba a querer verla eventualmente.
Si me preguntan si me gustó, no me convenció. Me resulta que a veces recurrió mucho a lo fácil, el chiste estúpido.
Si quieren acercarme opiniones, ESTE ES EL LUGAR.

Los espero.