jueves, agosto 30, 2007

El Camino de San Diego

Una nueva función en cinemateca de cine argentino con mucho fanatismo de un director conocido

Fu al cine sin saber qué iba a ver. Fui a Cinemateca 18 solamente sabiendo que iba a ver un filme de un director de una de mis películas favoritas: Historias Mínimas. Nuevamente, Carlos Sorín hace una película con actores no conocidos en medio de un lugar casi perdido entre la selva de misiones buscando confundir al protagonista con tantos otros fanáticos de Diego Maradona.

La película comienza con un texto escrito (no es textual): Tati Benítez podría ser uno de los tantos que viajaron a la capital Argentina para ver a Maradona cuando estuvo internado en el CTI por unos días en el 2004 por problemas cardíacos.

Los primeros minutos parecen simular un documental. Personajes de este pueblo que acercan al espectador cómo es Tati, su fanatismo y su obsesión por el Diego. Ese fanatismo ha hecho que se tatúe el número 10 en la espalda, con la misma fuente con que está escrito en la camiseta del conocido jugador. También hace que no se ponga otra camiseta que la de Argentina con el nombre Maradona en la espalda. A pesar de las burlas de sus amigos del lugar, él está convencido de que Diego le hablaría y le importaría quién es él.

El título de la película está dado, justamente, por ese camino que este hombre transita hacia Buenos Aires hasta llegar a su ídolo. No ve a Maradona. Sin embargo, esa búsqueda termina cuando sabe que su regalo está en manos de San Diego. (No voy a revelar qué es el regalo. Cuando la vean, lo terminamos de comentar. Y si la vieron, revélenlo uds, si quieren. Lo dejo a su libre gusto.)

A pesar de que no los conté y no hice estadísticas, estoy casi segura que en casi un 90% de la película se trata el tema relgioso. Se muestran rosarios, gente rezando, vírgenes, estampitas, etc. Continuamente se insiste con la religión y lo que provoca que un ser como Diego Maradona, que fue un muy buen jugador de fútbol se haya convertido y entorno a él se haya creado tal mito que lo convierte en Santo.

No termino de entender por qué el director contó la historia como la contó. Me cuestiono si lo hizo como testimonio de cómo se vive un hecho así en Argentina, o si lo hizo defendiendo su propia idolatría por este jugador.
No logro determinar cuál fue la razón.

Tatí Benítez probablemente fue uno de los que atravesó gran parte de la Argentina para llegar hasta su ídolo. Puede ser que sea un ejemplo entre tantos.

Todavía sigue rondando en mí algunos planos de la película. Todavía hay cosas que me cuestiono. Pero sí hay algo que es seguro. Este director es y no es el que yo conocí con Historias Mínimas. Es porque recurre a esas partes olvidadas de la Argentina donde todavía hay historias que contar. No es porque su cine llegó a ser mejor de lo que mostró en El Camino de San Diego, más allá de las relgiones, más allá de los fanatismos.

Quería encontrar lo que una vez encontré en su cine... No lo logré.



10 comentarios:

Agustin Acevedo Kanopa dijo...

No vi la película y probablemente no llegue a poder a verla en cinemateca (entre la facultad, diseño web y la escritura se me va el poco tiempo que tengo para justificar mi abono mensual), pero voy a quebrar una lanza por Sorín. Historias mínimas nos sorprendió a todos y probablemente sea de las mejores películas del río de la plata (después de "El hijo de la novia" y una especie de burdo nacionalismo que me lleva a colocar 25 watts por encima), y no me sorprendería que este nuevo film no lo superara. Lo que voy a poner en duda es a tu apreciación ética de la película, ya que me parece que no hace mucho efecto a lo que es el film en sí. Para mí que el tipo haga el film como testimonio o como idolatría al jugador no hace particular diferencia, hay que dejar de ver las películas desde un punto de vista teleológico y analizarla como documento, mensaje encapsulado de botella al mar de una sensibilidad de una época tan particular como caprichosa. Es decir, no creo que se deba vilipendiar una película como "El nacimiento de una nación" de Griffith por tener contenidos descaradamente racistas, ni que en Brutos feos y sucios, Ettore Scola deje por los suelos a las clases populares, para mi hay que verla por fuera de eso, y ahi es donde El camino a San Diego puede ser una gran película (puede ser, tendré que verla). La idea de mostrar un fanatismo cuasi religioso por alguien de carne y hueso siempre me pareció fascinante, independientemente de que se ubique a favor o en contra de tal posición (algo que me pareció genial en otra película argentina, que alternaba etre el culto cuasi místico de ciertas personas-particularísimas- hacia Sandro, Michael Jackson, las figuritas Jack y los automóviles Torino), y creo que el caso de un no-actor como es ese tal Tati Benítez con la diez tatuada en la espalda y una misteriosa carga que lleva consigo, me parece un personaje de lo más interesante.
Ahora por lo segundo, a mi me gusta escribir, soy fanático declarado de Lynch y Tarkovski, lector de beatniks y melómano incurable, y me parece, aún así, que Diego Maradona, desde su disciplina (esa arte coreográfica que es el fútbol bien jugado), está al mismo nivel de todos ellos. Que sea un tipo seguidor de Menem y con un che tatuado en el pecho, además del agrande que lo ha hecho realizar acciones de muy mala gente no me cambia nada. No creo que por haber pertenecido al partido nazi Heidegger deje de ser el filósofo más importante del siglo XX, como tampoco un viejo verde como Burroughs no lo mueve en lo mas minimo de haber sido uno de los escritores mas influyente que existio. ¿A donde voy con todo esto? Me parece que a Maradona se lo suele ver por fuera del terreno artístico, y hacia su obvia estupidez no se le tiene la misma tolerancia que se le tiene a los demás artistas. Tercero y último (muy relacionado con lo anterior), habiendo vivido en México, uno puede ver todo el tema de los santos y como les pudre el cerebro a la gente (en las iglesias, la estatua del santo de la ciudad ocupa arquitectónicamente un lugar de más relevancia que la estatua de Jesús, así que te imaginarás de lo que hablo), pero sobre todo, ve que azarosa es la elección de estos tipos. Por supuesto, hay algunos que realmente hicieron obras de importancia, pero hay otros canonizados que no hicieron absolutamente nada, y que incluso tienen una figura más que dudosa en el papel de la iglesia (Balaguer, ejem). A lo que voy con esto es que desde esta perspectiva la figura de Diego tiene una relevancia igual, e incluso mayor que la de estos santos, porque realmente fue un tipo que hizo milagros (creo que después de Ali, no he visto una proeza deportiva igual realizada por un ser vivo), o que al menos dio más alegría a esta gente que otros de los que podría pensarse exactamente lo contrario (Balaguer, ejem). Es dificil pensar el papel de Maradona si no se es argentino y no pudo vivir de manera consciente el mundial del 86', pero hay algo en él que pudo unir a una nación, que pudo unir a hichas de river y boca, milicos y militantes, hombres y mujeres, como ninguna otra cosa, religión, política o guerra en la historia del país. Ahí es que si uno se para en una lógica fuera de la anarcoide (la única iglesia que ilumina es la que arde), tendría que aceptar a estas procesiones como parte y producto coherente de la historia (una sociedad de Totems, que nunca en su historia dejo su esencia primitiva)
El hombre busca nuevos mundos, pero en realidad solo busca espejos.
Me parece que no importa que nos devuelva el reflejo, sino vernos a nosotros mismos.
Saludos

Cinéfila dijo...

Primero que nada te cuento que la película la van a dar en el casablanca si no llegás a verla en cinemateca 18, igual no te confíes en que va a estar mucho tiempo.
Esta "reseña" no intentaba tirar por la borda la calidad del cine de Sorín, pero sí te repito lo que escribí: me sorprendió mucho con su cine cuando vi Historias Mínimas (no esperaba nada de esa película y me sorprendió mucho, pero todavía me falta ver El Perro) y fui tal vez con una mucha expectativa -eso nunca es bueno-.
Estoy de acuerdo con lo que decís de que la película podría llegar a funcionar como documento de ese fanatismo que tienen unos por Maradona. Sin embargo, no me termina de cerrar. Es como si la película intentara ser ese documento, pero a la vez no cumpliera su cometido. (No quiero arruinarte la película, cuando la veas seguimos este punto.)

Respecto de lo de Maradona, si bien hizo cosas de no creer (tampoco te voy a decir que sé demasiado), también hizo tantas otras que muchas veces me hace difícil creer como tanta gente lo siga apoyando y creyendo en él de la forma que lo hacen.

Agustin Acevedo Kanopa dijo...

Voy a tratar de ver la película. (no confio mucho en el Casablanca, ya más de una vez me perdi buenas películas-como Dear Wendy- por la fugacidad de las carteleras)

Con respecto a lo de Maradona, no te olvides que nuestro Dios es también en cierto punto un dictador (por más que sea benevolente, la iglesia no lo deja en otro lugar que el de un tirano terrible), y hasta cierto punto vengativo y genocida (diluvio universal, pestes, etc.). Ni que hablar de los griegos y los escandinavos. En fin, si uno le da vuelta al asunto, es dificil apoyar a cualquier Dios, tanto como derrocarlo, es por eso que soy agnóstico...

A moonclad reflection dijo...

Holi...a ver si voy algun dia a cinemateca...seguire tus consejos...besos

Cinéfila dijo...

Agustín: el tema de Dios es algo complicado de más para hablarlo así. No soy agnóstica pero tampoco creo en ese Dios cruel y que se encarga de castigarnos, no me parece que sea así. Muchas veces nos olvidamos que gracias a él estamos vivos. Me resulta bastante ofensivo elevar a un ser humano al nivel de Dios, y que a Dios se lo baje al nivel del ser humano. Son cosas con las que no concuerdo y me resultan irreales.
Saludos

Moon: Andá y después me contás qué te pareció... es toda una experiencia, je. Besos

Alfredo dijo...

Hola desde el otro lado del charco.

Suena interesante esta película que no sé si llegará a cruzar el océano, aunque por aquí el cine argentino tiene bastante aceptación.

Religión y fútbol, o el fútbol como religión casi sería mejor decir, con los hinchas convertidos en auténticos fanáticos e invocaciones a lo divino para que ayude a su equipo a ganar. Incluso con su propio santoral, como puede ser el caso de Maradona.

Un saludo. Volveré.

Zenit dijo...

Diego Maradona tiene una religión y hay personas que lo creen un santo. Si bien no estoy de acuerdo, creo que en la película lo que se mostró fue eso, que es un dato verídico. Dudo que el director haya puesto escenas religiosas porque sea un fanático. Supongo que quizo mostrar el ambiente que rodea a Maradona.
Saludos

Cinéfila dijo...

Alfredo: bienvenido! Seguramente en algún momento la darán en la televisión cable y tal vez así llegue. Historias mínimas es del mismo director, si la conseguís, mirála, la recomiendo.
Saludos y gracias por pasarte.

Zenit: Cómo le va? Era hora que se apareciera por estos pagos. Puede que tengas razón. Me hiciste acordar de lo del "maradonismo". Todavía no lo puedo creer. Besos y ya te agrego en mi lista de blogs que visito, Besos.

Agustin Acevedo Kanopa dijo...

Cinéfila:
Lo de Dios como alguien vengativo no es algo que yo opine, sino algo que hasta no hace demasiado, intentaba subrepticiamente dar a entender la Iglesia Católica (la misma idea de un infierno resulta bastante evidente como para negarlo).
El problema que ocurre es una cuestión de puntos de arranque: cada uno arranca desde la visión misma que tiene de Dios. Desde mi postura, Dios no crea el hombre, sino que el hombre crea a Dios, y si lo pensás de esta forma, no hay mucha diferencia en tratar de Dios a Maradona, o la persona que sea. Lo que convierte a alguien en Dios es, sencillamente, el convencimiento de que aquella persona es un Dios. Así que desde esta lógica, no es ofensivo bajar a dios a cualidades antropomórficas, ya que Dios es antropomorfo de por sí. Igual, no era con el ánimo de ofender, tengo bien en cuenta de que hablar sobre dios o DIOS siempre se da de cabeza donde empieza o termina la fe de alguien.
Saludos.

krispo dijo...

Hola!
llegué recien de paseo por tu blog, y me facinó. Por ahora te leo, espero pasar seguido a visitarte.
Un beso
Bye*